Cultivos

Los fitofortificantes en los cultivos

Los fitofortificantes generan en las plantas una serie de respuestas exclusivas, muy difíciles de alcanzar mediante el uso de cualquier otro producto (fertilizante, fitosanitario…) en Agricultura.

Los fitofortificantes son el nexo de unión de varias técnicas incluidas dentro del amplio espectro de la Ingeniería Agronómica y la Biología (Agrobiología, Fitopatología, Ecología, Fisiología vegetal y Bioquímica).

Con el conocimiento de los mecanismos que intervienen en la planta para su protección, su regulación, el crecimiento, la floración, el cuajado, la maduración, el crecimiento de las raíces… podemos interactuar con el cultivo, es decir, podemos suministrar (alterar o eliminar) determinados compuestos que van a generar una respuesta dirigida en la planta.

Un ejemplo: la síntesis de órganos florales (flores) se produce cuando la planta se encuentra en una fase de acumulación de almidón. El almidón es un polisacárido que la planta sintetiza uniendo moléculas de azúcares simples y regulando su síntesis y degradación de manera fina y constante a lo largo de todo el ciclo. Si disponemos de moléculas (reconocibles como suyas por parte de la planta) que le informen a la planta de que la disponibilidad de azúcares y el contenido de mono- y disacáridos es excelente (incluso excesivo), ella comenzará irremediablemente a sintetizar y acumular almidón. En este caso, esta respuesta es suficiente para que internamente se dispare en la planta la señal de “plena disponibilidad metabólica” y por tanto active la organogénesis necesaria para transformar estructuras dirigidas al único propósito del crecimiento (yemas, brotes…) en estructuras sexuales, ya no dirigidas al crecimiento sino diseñadas (por la planta) para dar frutos.

NOTA IMPORTANTE

La exclusividad que da mérito a los fitofortificantes, y por ello destacan sobre el resto de compuestos utilizados en la Agricultura, es la respuesta y capacidad de interacción que provocan sobre los cultivos, tanto en su calidad como en su producción, es decir, actúan como verdaderas herramientas de trabajo no solamente para el agricultor sino también para el técnico y el científico;: herramientas útiles para subsanar o mejorar lo que el cultivo demanda para optimizar su eficacia y eficiencia.

Para obtener la respuesta deseada es condición imprescindible el conocimiento y experiencia adecuada del Técnico Responsable del Cultivo.

Para alcanzar este objetivo disponemos de estos productos y de nuestros métodos en los que interactúan con nuestra experiencia y conocimiento. Los fitofortificantes, por si solos, más bien hacen poco, pues es obligatorio conocer si la planta está “PREDISPUESTA” a actuar como en ese momento necesita el agricultor, es decir, es necesario conocer si el estado fisiológico, fenológico y sanitario de la planta es el oportuno para que responda como se desea; si no es así, la respuesta puede ser nula, leve o incluso negativa. Este es el “sino” de estos compuestos. Para extraer el máximo de los fitofortificantes, no deberían ser utilizados sin el correspondiente asesoramiento o seguimiento de personal cualificado y experimentado que conozca perfectamente cómo funciona una planta y qué se puede sacar de ella en cada momento de su ciclo de vida.

Es por todo esto por lo que nuestro pilar profesional es el asesoramiento científico y técnico, la trasmisión de ese conocimiento y por tanto alcanzar así la autosuficiencia de cada uno de nuestros clientes.

  1. Transformación de vaso a espaldera: Prevención y Protección contra las Enfermedades de la Madera.
  2. Incompatibilidad del Injerto: Subsanación y mejora de la movilidad de savia en parcelas afectadas.
  3. Proceso Productivo de Viveros de especies Leñosas: Metodología para la Prevención y Control de Enfermedades bacterianas y fúngicas.

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